Linaje Garsea
Los vinos de Linaje Garsea tienen el sabor de los paseos por los viñedos al amanecer. Contemplar el único rayo de sol del invierno de la Ribera del Duero iluminando la promesa de una excelente uva. Tienen el aroma de las horas, de los días, del pensar y del saborear. Y el silencio lleno de matices de una tarde escuchando cómo respiran las barricas de roble en la bodega.
Ese algo es el cariño de siete hermanos que viven el vino sin compromisos. Recibimos un legado y tratamos de convertirlo en una expresión de respeto, pasión y artesanía. Y lo disfrutamos todos los días. Entonces si ese algo tuviera un nombre que no tiene ese nombre sería Linaje Garsea.